Dentro de las llamadas necesidades básicas, se encuentran; el espacio vital, el aire, la luz, alimentación, temperatura ya agua, que son llamadas de esta manera, ya que comprometen la vida del hombre. Otras necesidades no vitales pero que afectan en el bienestar del hombre son; vivienda, actividad, amor, reposo, vestimenta, reconocimiento, participación, libertad, justicia, comunicación, seguridad, cosmovisión, educación y atención médica. Se las consideran necesidades básicas ya que, comprometan la vida del hombre o no, en mayor o menor medida, sí afectan su bienestar. La satisfacción adecuada de las necesidades básicas de la salud, es decir, el correcto nivel aplicado de cada una de las antes mencionadas necesidades, ni en mayor ni menor medida que lo necesario, también compromete nuestra salud. Las variables que influyen en la satisfacción de las mismas son; la falta de alguna de ellas, la “sobredosis”, o tener lo contrario a la necesidad. Hay un vínculo existente entre salud, ambiente y necesidades básicas, que es que; la salud jamás existiría sin un correcto funcionamiento o aplicación de cada una de ellas, ya sea un ambiente formidable y de calidad, o cubrir totalmente las necesidades más básicas para la satisfacción humana.
Todo ser vivo necesita satisfacer sus necesidades básicas, lo cual no implica que en cada ser vivo las necesidades básicas sean iguales, esto se puede notar en el intento fallido de rescatar a un pez, de un mono que casi se ahoga luego de una inundación, que se aprecia en el siguiente texto:
“Había una vez un mono que se salvó de una inundación trepándose a un árbol. Una vez allí, vio a un pez en el agua ,sintió compasión por el y lo puso también a salvo. Pero el ingrato pez en lugar de agradecer el gesto, se murió.”
Podemos notar entonces, que aunque no lo creamos, no todos somos igual o necesitamos de las mismas cosas para vivir, es más, todo lo contrario.
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